Cirugía Maxilofacial
Es una rama de la odontología que se especializa en el diagnóstico y tratamiento de los tejidos blandos de la cavidad oral (mejilla, labio, lengua, paladar), patologías y trastornos articulares en los dientes y hueso maxilar. Se incluyen en las funciones de esta rama de la cirugía.
Los alimentos blandos y cocidos se consumen con mayor frecuencia en la actualidad, debido a los cambios en las rutinas nutricionales de los individuos. Como resultado de esto, las mandíbulas de las personas comenzaron a encogerse y las muelas del juicio se incrustaron en los huesos.
Las muelas del juicio incrustadas pueden causar compresión y dolor, además de conllevar el riesgo de desarrollar un quiste e infección. Una muela del juicio infectada puede causar dolor en el área de la garganta, el oído, el cuello y la cabeza, al mismo tiempo que provoca limitaciones en la apertura de la boca.
Para prevenir tales problemas, se debe realizar un seguimiento de rutina cada seis meses y cualquier problema existente debe resolverse antes de que progrese más.
Los dientes se desarrollan en los folículos durante la formación. Cuando las muelas del juicio no pueden crecer adecuadamente y permanecen enterradas, el folículo que rodea las muelas puede provocar la formación de quistes. Durante la formación, es posible que los quistes no muestren ningún síntoma perceptible e incluso pueden seguir creciendo o propagándose sin que se observe ningún síntoma. A medida que crecen, los quistes causan adelgazamiento de la mandíbula circundante. Los quistes están rodeados por una membrana de células epiteliales, que también contiene el líquido del quiste. Según el nivel de presión aplicado por el líquido del quiste, la mandíbula puede derretirse y el derretimiento daría como resultado una mayor propagación del quiste. Esta extensión puede empujar las raíces de los dientes vecinos y hacer que los dientes se balanceen. En los casos en que el quiste es demasiado ancho, se pueden alcanzar los puntos anatómicos y se pueden presentar síntomas como hormigueo y entumecimiento alrededor de los nervios de la mandíbula. Además, el crecimiento anormal de las células foliculares que rodean los dientes puede dar lugar a patologías malignas. Para mantener estas condiciones bajo control, no se deben descuidar los controles de rutina cada 6 meses.